En un año “normal”, la Graduación de Grados se hubiera celebrado en junio y con unas 350 personas aproximadamente entre los que estarían alumnos, familiares, amigos, profesores, staff y representantes de la Universitat de València y de la Universidad Politécnica de Valencia, de las cuales somos centro adscrito.
Hubiéramos hecho una entrega de orlas y diplomas “normal”, y cuando digo “normal” me refiero a que la mesa presidencial pueda entregarlos dando la enhorabuena al alumn@, y que el/ella de las gracias por su parte, con un buen apretón de manos.
Hubiéramos hecho una celebración por todo lo alto con música, un buen cóctel, un photocall en el que alumnos y familiares pudieran hacerse fotos en grupos incluso disfrazándose y, sobre todo, hubiera habido muchos abrazos y muchas muestras de cariño de compañeros, amigos y familiares para celebrar un día tan importante y especial como es la graduación para nuestros alumnos y para nosotros.